(1)Aquí no llega el ruido de afuera, las ventanas y puertas bien selladas no permiten que entre o salga el aire, cada quién tiene un número junto a su nombre y no hay nada de lo hacemos que no sea visto por las cámaras de seguridad. Está prohibido el menor escándalo, aunque por suerte no hay micrófonos, así que podemos susurrar. A cada uno de los que llega se le recibe en silencio y sin ningún trato especial, en su debido momento escucharán la misma pregunta con la que se inician las primeras conversaciones aquí ¿Y vos qué hiciste?. Todos, sin excepción alguna, dicen ser inocentes.
(2)La biblioteca es muchas cosas, entre ellas la sala de castigos. En mis tiempos de estudiante también lo era la biblioteca de mi colegio y tenía todo el sentido del mundo: no había lugar más aislado donde enviar, en algunas ocasiones, a quien fuera un peligro para los demás. Ya en estos tiempos de baja moral y egoísmo, casi diariamente me están llamando para preguntarme si acaso tengo trabajo para algún estudiante suspendido. La primera vez que lo hicieron quise indignarme por tomar la biblioteca como una mazmorra, pero últimamente llamo a las secretarias de los niveles porque me urge un castigado (suspendido) para el trabajo en biblioteca.
(3)Tengo casi 4000 libros mal catalogados según el libro del CDD, consecuencia esto de anteriores bibliotecarios incrédulos de las enseñanzas del padre creador Melvil Louis Kossuth Dewey (¡salve!) y adoradores de otras maneras impuras de clasificar el mundo de los libros. Por eso mi biblioteca es un collage alfanumérico y por eso necesito re-etiquetar 4000 libros de la manera correcta, es un trabajo forzoso y repetitivo propio de un condenado (suspendido).
(4)Sueños de fuga (The Shawshank Redemption) es una de mis películas tristes favoritas, trata de unos prisioneros que pasan sus condenas en una cárcel que es el mismo infierno. Uno de sus personajes, el preso más antiguo de toda la cárcel, es el bibliotecario, quien ha encontrado en los anaqueles de los libros y en el trabajo repetitivo de la biblioteca un refugio que lo salve de la desesperación de su condena. A veces trabajar en una biblioteca, que es un refugio para libros y lectores, es precisamente eso: un trabajo repetitivo; la clase de actividad que te permite introspecciones medianamente profundas mientras tu cerebro está en piloto automático organizando libros y etiquetándolos. Pero que hagan eso los que necesitan pensar bien sobre lo malo que han hecho, no yo que me he portado tan bien.
(5)La verdad, ya hablando en serio, es que me gusta tener suspendidos no solo porque me ahorran horas de trabajo tedioso, también porque me gusta preguntarles qué hicieron en algún momento del día, porque creo que es en los estados de malicia donde puedo conocer realmente a los estudiantes. La verdad es que las horas laborales no me parecen suficientes para fantasear como lo requiere mi trabajo y necesito hablar con otros para planear las actividades de promoción de lectura en mi biblioteca escolar ¿Quién mejor que los mismos estudiantes con algún grado de malicia? Lo que redimió a los personajes de Sueños de fuga fue precisamente la posibilidad de hablar y de soñar con sus compañeros.
Para la muestra un botón: en mutuo acuerdo con mi último prisionero, decidimos que a los próximos esclavos que entren por la puerta de la biblioteca se le leerá el siguiente pasaje antes de asignarle un trabajo: "Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza". Después, dependido de la falta que hayan cometido, se les enviará a uno de los nuevo círculos de la biblioteca que tendrán nueve tareas diferentes cada cual. ¿Muy dantesco? Más adelante y ya en serio, podría pensarse en una ambientación del Inferno en la biblioteca, pero requerirá ayuda de unos cuantos lacayos.
(3)Tengo casi 4000 libros mal catalogados según el libro del CDD, consecuencia esto de anteriores bibliotecarios incrédulos de las enseñanzas del padre creador Melvil Louis Kossuth Dewey (¡salve!) y adoradores de otras maneras impuras de clasificar el mundo de los libros. Por eso mi biblioteca es un collage alfanumérico y por eso necesito re-etiquetar 4000 libros de la manera correcta, es un trabajo forzoso y repetitivo propio de un condenado (suspendido).
(4)Sueños de fuga (The Shawshank Redemption) es una de mis películas tristes favoritas, trata de unos prisioneros que pasan sus condenas en una cárcel que es el mismo infierno. Uno de sus personajes, el preso más antiguo de toda la cárcel, es el bibliotecario, quien ha encontrado en los anaqueles de los libros y en el trabajo repetitivo de la biblioteca un refugio que lo salve de la desesperación de su condena. A veces trabajar en una biblioteca, que es un refugio para libros y lectores, es precisamente eso: un trabajo repetitivo; la clase de actividad que te permite introspecciones medianamente profundas mientras tu cerebro está en piloto automático organizando libros y etiquetándolos. Pero que hagan eso los que necesitan pensar bien sobre lo malo que han hecho, no yo que me he portado tan bien.
(5)La verdad, ya hablando en serio, es que me gusta tener suspendidos no solo porque me ahorran horas de trabajo tedioso, también porque me gusta preguntarles qué hicieron en algún momento del día, porque creo que es en los estados de malicia donde puedo conocer realmente a los estudiantes. La verdad es que las horas laborales no me parecen suficientes para fantasear como lo requiere mi trabajo y necesito hablar con otros para planear las actividades de promoción de lectura en mi biblioteca escolar ¿Quién mejor que los mismos estudiantes con algún grado de malicia? Lo que redimió a los personajes de Sueños de fuga fue precisamente la posibilidad de hablar y de soñar con sus compañeros.
Para la muestra un botón: en mutuo acuerdo con mi último prisionero, decidimos que a los próximos esclavos que entren por la puerta de la biblioteca se le leerá el siguiente pasaje antes de asignarle un trabajo: "Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza". Después, dependido de la falta que hayan cometido, se les enviará a uno de los nuevo círculos de la biblioteca que tendrán nueve tareas diferentes cada cual. ¿Muy dantesco? Más adelante y ya en serio, podría pensarse en una ambientación del Inferno en la biblioteca, pero requerirá ayuda de unos cuantos lacayos.
Ves? Eso es ser simbólico, más cuando transformas tu lugar de trabajo en miles de sitios posibles, hasta convertirlo en el mismo infierno dantesco...
ResponderEliminarTal vez sí sea un buen lugar para mandar a los castigados, es ese el sitio para eximir la culpa, reparar el daño y cumplir con el castigo... aunque sea pasando por cada uno de los 9 círculos. jaja
Me reí muchísimo con esto: "La primera vez que lo hicieron quise indignarme por tomar la biblioteca como una mazmorra, pero últimamente llamo a las secretarias de los niveles porque me urge un castigado (suspendido) para el trabajo en biblioteca."