Liniers Macanudo

viernes, 16 de marzo de 2012

Dudoso triunfo a la vista I

Hace unos días, después de terminadas las clases. Una estudiante de 9° grado me pidió un favor muy particular: como tarea tenía la lectura de uno de los capítulos de Cien años de soledad, ella quería que yo se lo leyera en voz alta. La primera reacción fue mandarla a freír espárragos, pero antes de abrir la boca dudé y terminé por decirle que me diera solo un momento mientras dejaba algunas cosas en orden, que en seguida le leería con gusto.

Con niños mucho más pequeños he hecho de sillón lector: los abarco con piernas y brazos para leerles mientras ellos se recuestan en mí. Otras veces, en un rincón de la biblioteca, le damos la espalda al mundo mientras les leo en susurros como si acaso fuese secreto o prohibido lo que estuviéramos haciendo. Eso pasa con los pequeños que, en ocasiones, necesitan que les descifren las letras o quieren una voz protectora y cálida para los libros que dan miedo. Por otro lado, Cien años de soledad puede dar miedo con sus 471 páginas y la fama que le precede como la máxima obra literaria que todo estudiante colombiano debe conocer y comprender a carta cabal. Hay ciertas partes de Cien años que deberían dar miedo o escalofríos si ya has vivido lo suficiente para conocer de lo lúgubre de la vida y entender en carne propia la soledad, otras de contenido sexual para leer quedo mientras nos sonrojamos sin remedio. Ambas las viví cuando leí Cien años pero en la intimidad de mi experiencias, en la soledad de mi lectura.

Ella pudo hacerme esa petición más por la desidia de tener que cumplir con la tarea, dándose un idea falsa de que, cuando te leen, no estás leyendo. O pudo hacerlo porque sí, porque entendiera (quizá sin saberlo) que leer es una actividad que en el fondo no soporta la soledad. Hice mi mejor esfuerzo y le dí la mejor lectura comentada que pude, propia de un experto.

En la primera entrada de este blog escribí sobre la invisibilidad que me aquejaba en ese entonces. Hoy por hoy,en los pasillos del colegio, los estudiantes me dicen que yo debería ser el profesor de lenguaje. A todos los mando a freír espárragos, no sin antes agradecerles la oferta. Quizá algún día pueda empezar a escribir otra bitácora con un nombre como"porfesorTirano.blogspot.com".

Liniers Macanudo

3 comentarios:

  1. Que bueno tener alguien que te lea en voz alta... un ejercicio que a veces me permito, en mi soledad, en mi compañia, en mi trabajo....

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  2. ¿¿es posible que alguien usurpe tu blogspot, antes que te atravas a entrar al salon con la tiza y la regla???

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